Tras una puerta azul

En Fjellgaten, una localidad cercana al mar al sur de Noruega encontramos esta casa. Su dueña, Mona Tobiassen Ersdal, afirma que tiene casi 200 años. Aunque ella misma asegura que las ventanas “necesitan una mano de pintura”, la construcción es digna de admiración gracias a un cuidado trabajo de interiorismo.

La reforma fue todo un reto ya que el objetivo de Mona y su equipo era lograr “algo más, algo que no se pareciese a las casas de sus vecinos”. Desde luego, lo consiguió alejándose un poco del típico estilo nórdico añadiendo piezas con carácter y utilizando materiales y colores diferentes.

En el baño, se puede encontrar un claro ejemplo de lo que se ha convertido en el éxito de la casa: el contraste. Durante la reforma, la dueña de la casa mezcló diferentes tonos de blanco presentes en la bañera, los azulejos y el techo así como en el mueble y los lavabos Quadro rectangulares de porcelana de Bathco. El cemento que está presente en suelos y paredes contrasta con el cobre que se puede encontrar en la grifería, los espejos o los soportes de la bañera.

Fotos: @behindabluedoor