A familiar loft at Balmes

El punto de origen de este proyecto era una casa antigua, muy compartimentada y desactualizada. Situada en un edificio barcelonés de los años 30, el arquitecto Marc Hernansaez y el estudio de interiorismo Cirera+Espinet transformaron su carácter tradicional en un concepto urbano y familiar que funciona.

En esta casa vive una pareja con una niña de un año. Utilizada como vivienda habitual, en ella trabajan puntualmente y también organizan numerosas reuniones con familiares y amigos. Este concepto de vida se refleja en sus espacios, ahora más unificados e integrados. El acierto absoluto: el aprovechamiento de la luz natural.

140 metros cuadrados distribuidos en salón, comedor, cocina, tres habitaciones y dos cuartos de baño. El estilo decorativo es un mix, inspirado en lo industrial pero con muebles recuperados, materiales nobles y diseño a través de piezas icónicas del diseño. Al final se buscaba un estilo sin que resultase 100% identificable.

En el interiorismo se combinan colores neutros con puntos de colores vivos que levantan el conjunto y acaparan miradas como es el caso del baño de la pequeña de la casa donde se puede encontrar el lavabo Santander. Una paleta cromática "enmarcada" por suelos de microcemento en la zona de día y parqué en los dormitorios y techos con bovedillas originales vistas. Todo al abrigo de tejidos naturales.

Foto Jose Hevia