El valor de lo hecho a mano
September 11, 2015 · News update
La artesanía es el resultado de la cultura y varía dependiendo del paisaje, el clima y la historia del lugar al que cada uno pertenece. Esto deja cabida a la influencia de otras corrientes que cada vez están más presentes en el mundo globalizado en el que vivimos.
Alejado del trabajo en serie y la industrialización, la artesanía abre las puertas a la experimentación y la creatividad, permitiendo así la máxima expresión del ser humano.
La artesanía es el resultado de la cultura y varía dependiendo del paisaje, el clima y la historia del lugar al que cada uno pertenece. Esto deja cabida a la influencia de otras corrientes que cada vez están más presentes en el mundo globalizado en el que vivimos.
El dominio de las técnicas tradicionales permite al artesano crear diferentes objetos de variada calidad y maestría, imprimiéndoles además, valores simbólicos e ideológicos de su propia cultura. El objeto se puede entender como algo duradero o efímero pero la artesanía es algo latente en toda sociedad con un fin pragmático.
¿…y qué ocurre cuando el arte y la artesanía se fusionan? El pragmatismo desaparece cuando la materia prima llega a unas manos y se vuelcan un conjunto de sentimientos y se considera esta, la mejor forma de transmitirlos. Es aquí donde nace el artista.
Las manos de un artista que manipula la materia y la transforma en un objeto con un fin definido – crear arte – es una de las grandes cosas que le diferencian del resto de seres vivos.
En este caso, la estética pasa a tener un papel destacado pero el sentido práctico del objeto elaborado es también importante aunque deja de estar en primer plano.
En Bathco damos valor a la pieza única. A través de ella el artista produce un objeto especial, singular, exclusivo, único y original, que jamás volverá a producirse de la misma forma, lo que hace que esté dotado de un valor excepcional.
Bathco apuesta por la personalización. ¿Qué supone esto? Esto supone que cualquiera puede obtener una pieza original. El objeto es creado para un artista que busca cubrir las necesidades y gustos del demandante ofreciéndole su estilo personal.
Por todos estos motivos y porque se quiere proyectar el arte de Cantabria a nivel internacional, nace el Bathco Atelier, un lugar donde por primera vez la estrategia en I+D de una compañía se vincula al mundo de la cultura y al arte regional.
Se trata de un proyecto de colaboración con diferentes artistas regionales pertenecientes a la Asociación Cántabra de Artes Visuales (ACAV) -María Centeno, Ana Expósito, Marga G. Polanco, Sandra Suárez, Claudia Iza, Jose Luis Ochoa, Tomás Hoya, Adrián Santiago y Emeric Minaya- que nace con el objetivo de desarrollar una colección de lavabos que tendrán la peculiaridad de estar intervenidos directamente por los propios artistas, diseñadores o ilustradores.