La reforma y segregación de viviendas es una tendencia en auge en el mundo del interiorismo. Especialmente en ciudades donde el valor del suelo es elevado y la optimización del espacio se convierte en una prioridad. En esta ocasión, exploramos un interesante proyecto llevado a cabo en Bilbao, Bizkaia, donde una vivienda de 350m2 fue dividida en dos unidades independientes.


El objetivo de los propietarios era claro: transformar una vivienda de gran superficie en dos espacios habitacionales independientes sin perder la esencia arquitectónica del inmueble original. Para ello, se intervino en aproximadamente 120m2, creando nuevos espacios que se integran con los ya existentes de manera armónica.
Desafíos al dividir una vivienda
Uno de los principales desafíos del proyecto fue preservar el carácter de la vivienda original. Se recuperaron y recrearon elementos arquitectónicos como molduras, puertas y rodapiés, asegurando que la nueva configuración mantuviera el encanto y la distinción de la estructura original.


La paleta cromática se convirtió también en un elemento clave para dotar de personalidad a los espacios y diferenciar ambas unidades sin perder la cohesión estética.
En los baños, se han instalado lavabos de material composite de Bathco, utilizando los modelos Mendoza y Paraná. Estos lavabos combinan diseño moderno y funcionalidad, aportando un toque de elegancia y durabilidad a los espacios húmedos.


Este tipo de intervenciones son un claro ejemplo de cómo el interiorismo y la arquitectura pueden transformar los espacios sin perder su esencia. La segregación de viviendas no solo responde a necesidades funcionales, sino que también ofrece oportunidades para la creatividad y la revalorización del patrimonio arquitectónico.



- INTERIORISMO: CAAX Arquitectura
- ARQUITECTA: Ainhoa Cabezón Axpe
- FOTÓGRAFO: Erlantz Biderbost