Siglos, incluso milenios de historia respaldan un amplio conocimiento sobre la porcelana, sus características y sus formas decorativas. La decoración cerámica a través de calcas es una de las técnicas más utilizadas y en Bathco llevan más de 40 años aplicando esta técnica.
Las calcas cerámicas son pigmentos vitrificables capaces de transferir cualquier diseño o dibujo sobre piezas o productos vitrocerámicos, es decir, sobre porcelana, azulejos, lozas, etc. Pero lo que a priori puede parecer sencillo, tiene su complejidad. Y es que es todo un proceso artesanal que requiere adquirir un gran manejo de la técnica y mucho conocimiento sobre el comportamiento de la porcelana.
Las artesanas de Bathco llevan a cabo esta labor artesanal desde hace 40: una labor facturada con mimo, diseño a diseño, pieza a pieza, lavabo a lavabo, ayudándose de sus manos expertas y el saber hacer propio de quien lleva una vida perfeccionando su técnica hasta crear una colección de lavabos decorados. Así es como nace una colección de lavabos decorados a mano muy especial.
Además, la incorporación de la impresión de calcas cerámicas permite infinitas posibilidades de creación para no poner freno a la creatividad y reducir los tiempos de producción en proyectos a medida como ya vimos en el restaurante La Voladora o el parque de la naturaleza de Cabárceno. Es decir, también permite extender el uso de esta técnica de transferencia por calca a todo tipo de superficiales cerámicas, como son los murales.
Un proceso artesanal
Para la decoración de los lavabos y murales que se crean en Bathco Atelier, se sigue un proceso en el que cada paso es imprescindible para obtener un resultado perfecto, en el que porcelana y calca se funden dando lugar a una pieza única. Este procedimiento comienza asegurando la limpieza de la superficie sobre la que se va a trabajar, solo así lograrán que las calcas se apliquen correctamente.
Cada detalle del proceso de creación es importante, un proceso que empieza sumergiendo las calcas en agua para aplicarlas a la superficie de forma manual adaptando el diseño a la curvatura de las piezas y casando las separaciones para simular una unión perfecta.
Tras esto, se retira el agua sobrante, se colocan las piezas en las vagonas y se procede al horneado para conseguir la vitrificación que asegurará piezas inalterables con el paso del tiempo. El proceso de horneado dura ocho horas en las que los hornos funcionan entre 500 y 800 grados dependiendo de la temperatura que requiera el color de cada calca.