En el barrio de Horta, en Barcelona, se ha llevado a cabo la transformación de una vivienda de 60m2 con el objetivo de actualizar sus instalaciones y optimizar su distribución. A pesar de encontrarse en buen estado de conservación, la compartimentación excesiva de los espacios generaba una sensación de reducción y fragmentación, limitando el aprovechamiento de la luz natural y la amplitud visual.

Un nuevo concepto de distribución
Para dar una nueva vida a esta vivienda, la primera decisión ha sido eliminar la distribución existente, apostando por un espacio diáfano y una única habitación. Gracias a la disposición de la fachada a lo largo de toda la vivienda, se ha logrado dividir de manera clara el área común de día y la zona privada de noche, favoreciendo la funcionalidad y la percepción espacial.

El salón-comedor y la cocina se presentan como una secuencia fluida, sin barreras visuales, lo que amplifica la sensación de amplitud y permite una mayor entrada de luz natural. A su vez, el pasillo se ha diseñado como un elemento dinámico que conecta los diferentes ambientes de manera orgánica.
Funcionalidad y almacenaje
Se ha aprovechado al máximo las paredes para integrar soluciones de almacenamiento, manteniendo una estética limpia y ordenada. En la parte más privada de la vivienda, el vestidor-recibidor actúa como un segundo filtro hacia el dormitorio y el baño, garantizando privacidad sin perder luminosidad. Para ello, se han incorporado franjas superiores de cristal catedral en el dormitorio, permitiendo que la luz natural bañe el vestidor y el baño sin comprometer la intimidad.

En el baño, se ha instalado un lavabo New Lys de Bathco, aportando un toque de diseño moderno y sofisticado a la estancia.


El resultado es un hogar vivo, luminoso y con una personalidad única, fusionando influencias del mid-century con un enfoque contemporáneo que responde a las necesidades del habitar moderno.
- INTERIORISMO: Made BCN