El sueño de vivir en la Sierra de Guadarrama

En Los Molinos, un pintoresco pueblo de la sierra de Guadarrama, una familia madrileña encontró su refugio ideal. Con un vínculo emocional profundo con la zona, decidieron construir la casa de sus sueños en un terreno amplio. Para ello, confiaron en el Estudio de María del Valle, encargado de la distribución interior, el diseño funcional y la estética de esta vivienda de 350 metros cuadrados.

Arquitectura en armonía con el entorno

Desde el primer momento, la integración del paisaje fue esencial en el diseño. Se priorizó la entrada de luz natural y la optimización de las vistas hacia puntos icónicos de la sierra de Madrid. Ventanales de suelo a techo, cerramientos amplios y carpinterías negras se combinaron con madera recuperada, creando un contraste elegante con la piedra local y aportando modernidad sin perder la esencia rústica.

El corazón de la casa es un espacio de doble altura que conecta las dos plantas, iluminado por un amplio pasillo con barandillas de cristal. Esta solución permite que la luz fluya entre los niveles, mientras una ventana fija en el dormitorio principal ofrece vistas ininterrumpidas del jardín y la piscina, reforzando la conexión visual con el exterior.

Materiales naturales y acabados cálidos

Los materiales seleccionados enfatizan la naturalidad y el confort. El suelo se cubre con pizarra natural en la planta baja y madera de roble en la planta superior, generando una sensación de continuidad. Los baños destacan por sus porcelánicos de gran formato, que imitan texturas naturales como la madera, creando espacios cálidos y acogedores.

El aseo de cortesía es uno de los espacios más especiales de la vivienda. Aquí, el protagonista es el lavabo Río de Bathco, elaborado en piedra natural, que aporta textura y autenticidad al ambiente. La elección de este lavabo, junto con revestimientos en tonos neutros y detalles en madera, convierte el aseo en un espacio cálido y acogedor, ideal para recibir a los invitados.

Espacios para el disfrute

La cocina combina modernidad y rusticidad con un diseño en color verde laurel y detalles en roble natural. El espacio es funcional y elegante, perfecto para la vida familiar.

El jardín, con una piscina de fondo claro y muros de piedra, evoca paisajes mediterráneos. El porche cubierto es un lugar privilegiado para disfrutar de las vistas y cuenta con butacas diseñadas a medida, ofreciendo un rincón único de relax y contemplación.