Construida en 1458, esta vivienda histórica en el corazón de un pueblo ha sido revitalizada por su actual propietaria y su familia. Con la ayuda de la interiorista Maria Just, se ha llevado a cabo una reforma que respeta la arquitectura original, utilizando materiales naturales como madera, piedra y fibras naturales.
La casa, con varios arcos góticos y su estructura original, ha mantenido sus elementos históricos intactos. Los arcos y la escalera original, así como las baldosas de barro manual, han sido restaurados. La planta baja alberga el recibidor, la cocina, el comedor y el salón, con una chimenea de leña y un lucernario que ilumina la vivienda.
El color azul cielo original es un hilo conductor en el proyecto. Los baños están revestidos con azulejos esmaltados en azul, y en la buhardilla se ha conservado el pigmento azul original en una estancia. En los baños, se ha integrado el lavabo New Lys de Bathco en porcelana natural, aportando un toque de modernidad sin perder el encanto rústico.
Maria Just ha conseguido combinar el estilo rústico del siglo XV con la comodidad moderna del siglo XXI. El uso de madera, blanco y elementos naturales, como enea y barro, contrasta perfectamente con los muros de piedra y los arcos góticos, logrando un equilibrio entre modernidad y artesanía.
- Fotografía: María Pujol (@mariapujol)