Cuando una familia busca darle un nuevo aire a su hogar, es crucial contar con profesionales del diseño de interiores que puedan hacer realidad sus sueños. En este caso, una familia en Santander se acercó al estudio de interiores Aedificare con el deseo de agregar más luminosidad, ampliar los espacios y renovar por completo la estética de su vivienda que se había quedado anticuada.
Desde el primer encuentro con la familia, se entendió la importancia de trabajar equipo para alcanzar los objetivos de diseño deseados. Una de las decisiones clave fue mantener y restaurar el suelo de espiga de la vivienda, ya que añadía un toque de encanto y elegancia. Además, se optó por eliminar pasillos innecesarios y zonificar las distintas áreas de la casa, permitiendo una mejor distribución del espacio y una sensación de amplitud.
En cuanto a los acabados, se optó por aportar una sensación de calidez en contraste con la estética inicial de la vivienda. Los materiales y texturas seleccionados, como la madera y las telas suaves, crearon un ambiente acogedor y agradable en toda la casa. La combinación de colores claros y neutros contribuyó a aumentar la luminosidad y la sensación de amplitud en cada espacio.
En el proceso de renovación, los baños se convirtieron en piezas destacadas del diseño. Se eligieron meticulosamente cada uno de los elementos, desde los revestimientos hasta los accesorios, prestando especial atención a los detalles. El objetivo era crear espacios funcionales y estéticamente atractivos que reflejaran la personalidad y los gustos de la familia.
Para ambos baños se utilizó el lavabo encastrado Torino, que encaja perfectamente con las estructuras que diseñaron para el baño. El baño de las niñas destaca especialmente por la combinación de colores pastel, con acabados mármol y tonos cemento.
-Fotografía: David Montero (@davidmontero)
-Interiorismo, decoración y estilismo: Aedificare (@aedificare)