Esta vivienda de obra nueva situada en La Cerdanya no quería ser la típica casa de la montaña. El estudio de interiorismo de Carola Closa se enfrentó a este reto de crear un espacio acogedor y atemporal sin caer en el estilo rústico.
Para ello, se utilizaron materiales naturales como la madera, la piedra y el cuero, combinados con elementos modernos como el vidrio y el acero. La madera, en particular, fue protagonista en todo el diseño, utilizándose en suelos, techos, paredes y mobiliario, aportando calidez y textura al espacio.
Se optó por una paleta de colores neutros, como blancos, grises y beige, para crear una sensación de serenidad y tranquilidad. “Todo el conjunto cumplió los objetivos y resultó en una agradable casa de líneas puras trabajadas con materiales cálidos”, nos dice la arquitecta.
El diseño interior de la casa se enfocó en crear espacios abiertos y luminosos, con grandes ventanales que permitieran la entrada de luz natural y conectar directamente con la naturaleza del exterior.
El baño de los hijos refleja totalmente toda la esencia de la casa. Se diseñó con colores oscuros contrastados con porcelánicos que aportaran luz y consta de una ventana en el techo que ocupa casi todo el espacio, dando la sensación que te estás duchando en el exterior.
Como protagonista el New Lys de micro cemento que se eligió por su color y semejanza a la piedra, una característica que encajaba perfectamente para poder aportar naturalidad al espacio y para el resultado del diseño de contrastes en tonos oscuros y claros.