Nos adentramos en el Hotel Sol Boutique para conocer cada uno de sus rincones de la mano de su directora, Patricia Díaz, y de la diseñadora responsable de que cada habitación sea única, Cintia Díaz.
Patricia Díaz Díaz es graduada en turismo, especializada en revenue management y ha realizado diferentes cursos de dirección en hostelería.
Desde 2015 está vinculada a Mara Group Hotels. Empezó dirigiendo el Hotel Faro de San Vicente, después pasó al mando del Hotel Puerto de Llanes y en 2020 se implicó en la apertura del recién estrenado Hotel Sol Boutique de Santander. Desde mayo de 2021 dirige el grupo hotelero que trabaja para ofrecer alojamientos de calidad, con unas instalaciones fantásticas, así como unas prestaciones y servicios de excepción.
Háblanos un poco de Mara Group, ¿cómo surge? ¿qué tipo de alojamiento ofrece? ¿que lo distingue?
Pues Mara Group surge porque los propietarios han ido poco a poco abriendo nuevos hoteles y lo que queríamos era generar una marca común a todos ellos, una misma imagen. Independientemente, porque nosotros ofrecemos tres categorías diferentes de dos, tres y cuatro estrellas y cada uno, pues tiene su servicio, sus exigencias, su tipo de mercado al que va dirigido… Pero lo que queríamos que todos ellos tuviesen una imagen, un mismo protocolo, una misma forma de hacer las cosas. De ahí surgió la necesidad de formar una pequeña cadena hotelera para agruparlos a todos.
Acaba de abrir el Hotel Sol Boutique, que se ubican los palacetes del siglo XIX. ¿Qué os hizo adquirir la propiedad? ¿Qué tiene de singular?
Bueno, la propiedad es que en un simple vistazo en el exterior ya enamora. Los propietarios cuando la vieron, realmente les pasó eso, fue un flechazo. Y sobre todo, vieron desde un primer momento que tenía muchas posibilidades de ser un hotel y encima de categoría de cuatro estrellas.
La arquitectura tiene una belleza… el edificio es precioso y luego la ubicación, por supuesto, está en una zona céntrica. Y todo eso les hizo llevar la idea de que un edificio singular, protegido por Patrimonio, podría ser un valor adicional a ofrecer a los clientes.
¿Cómo ha sido el proceso de reforma ¿Cómo habéis logrado unificar ambos palacetes? Se supone que habéis respetado el diseño original pero adaptándolo a los nuevos tiempos? ¿Cómo habéis conseguido todo esto?
Ha sido complicado, ha sido muy largo, porque, como bien dices, son dos palacetes, dos zonas completamente diferenciadas. Una destinada a viviendas, la otra bueno, una academia locales.
¿Qué importancia tiene para el hotel que cada una de las habitaciones esté personalizada?
Pues es que es la idea fundamental. Todo se basó desde el principio en que cada una fuese diferente. Nunca nos planteamos en ningún momento la estandarización de las habitaciones ni de los baños. Tenía que ser único.
Hay cuatro pilares, digamos que son los que se basa todo este proyecto. La ubicación, por supuesto, el edificio en sí, que es precioso, el servicio al cliente muy personalizado, muy familiar y luego el diseño, el diseño de cada habitación, de cada baño. Nosotros nos lo planteamos como si fuese una pequeña galería de arte, un pequeño museo: cada habitación tenía que ser una obra, una imagen, un cuadro… Y eso era lo que queríamos aportar como valor adicional al cliente, que cuando entrase en la habitación pues no quisiese salir de ella. Es lo que buscábamos.
La diseñadora Cintia Díaz es la responsable de haber dado un estilo único a cada una de las habitaciones tal y como deseaban los propietarios.
Cintia Díaz es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y estudió iluminación de pasarela en Milán. Amplió sus estudios con un curso superior de Diseño industrial y otro en Técnico de Diseño de Interiores.
Compagina sus proyectos profesionales con su trabajo de profesora de arte y dibujo en la enseñanza, y todo ello le permiten una interesante plasticidad a la hora de crear. Le fascina la interacción de los colores, no le tiene miedo al negro y disfruta con los diseños inesperados.
Suponemos que enfrentarse al proyecto de interiorismo de un edificio emblemático es un reto. ¿Cómo abordas este trabajo?
Es una responsabilidad muy grande porque es un edificio emblemático de Santander, es un edificio imponente que hay que respetar. Pero bueno, la verdad es que lo hice con bastante tranquilidad y seguridad. Los dueños desde un principio querían que fuera moderno y que fuera cada habitación totalmente diferente, una con otra. Pero me dieron una total libertad para crear los espacios que quisiera.
Entonces ha sido muy cómodo trabajar con ellos, como ya te digo, con la libertad que me han permitido. Y luego lo que hay detrás es muchísimo trabajo porque son muchísimos espacios, cada habitación, que son 19 multiplicada por dos, porque es el baño que hay que diseñar coordinado con la habitación. Entonces lleva muchísimo trabajo.
Un poco en esta línea, ¿Cómo se ha logrado esa personalización de cada habitación?
En sí cada habitación es diferente entonces, con lo cual cada una tiene su propia personalidad. Luego hay algunas que tienen un objeto, que es el que destaca por encima de los demás, y todos los demás hacen como un acompañamiento coral en torno a ese objeto que le da más personalidad que el resto. Pero bueno, cada una tiene un tema o un objeto, un ambiente, una referencia, algo cultural o temática que hace que tenga personalidad en sí mismo.
Para equipar las estancias habéis optado por marcas locales, una de ellas Bathco. ¿Qué os hizo elegir los productos de esta marca?
La propiedad ya había contactado con Bathco porque es un referente. Bathco es un referente en el diseño de baños y luego también porque es local. Cuando pude ir a su showroom, vi que tenía un catálogo muy amplio. Estuve en la exposición y tenían un montón de lavabos, por ejemplo, que me permitía mucho jugar con lo que yo ya tenía la idea. Y además es que te das cuenta de que hay cosas bastante llamativas también que podían, que me podían servir ahí. Lavabos dorados, hay unos de piedra, etc. O sea, no es lo típico que puedes encontrar. Entonces me daba un montón de soluciones.
Para dar un aire diferente a las habitaciones habéis trabajado junto a los artistas de Bathco Atelier, ¿cómo surge esa colaboración? ¿Cómo fue la creación de cada uno de los elementos que se hicieron para cada uno de los espacios?
Bueno, yo tuve conocimiento del Atelier un poco tarde, pero la verdad es que a mí me sirvió mucho porque tenía unas ideas que eran muy creativas y que no encontraba.
El Atelier es muy flexible, está dirigido por una persona que es artista y que viene del mismo mundo que vengo yo, que es el de las artes. Nos hemos entendido muy bien. Desde un principio lo perfeccionista que pudiera ser yo con un color, con un formato, con una textura… Lo entendía perfectamente porque ellos lo ven de la misma manera. Pero en este caso, con la persona que lleva el Atelier ha habido una comunicación muy fluida.
Mis ideas que yo les transmitía con bocetos y con diseños. Luego ellos el proceso me lo iban enviando según iba avanzando. Entonces ha ido todo muy bien, ha sido muy fácil y yo tengo una idea muy buena de esta colaboración.
Ver cómo se hicieron las piezas en Bathco Atelier
En los baños de las habitaciones del hotel se pueden ver algunas de las técnicas que se realizan en el Atelier de Bathco (pintura, diseño de calcas y aplicación manual). ¿Qué aporta este trabajo artístico y artesanal a este tipo de hotel?
Hombre, yo creo que es un valor añadido. Son piezas únicas que no vas a ver en ningún sitio y están creadas exclusivamente para este hotel. Luego, si no se reproducen fuera, entonces es un plus de calidad de diseño tanto artístico como estético.
Háblanos del mural Chinoseríe
Te puedo decir que toda esa habitación, igual que el baño, surgió a partir del papel. Yo me enamoré de ese papel y a partir de ese papel se creó todo el resto de la habitación. Fue en torno a ese papel. Entonces no me acuerdo muy bien, si la idea me la dio Andrés de Lostal. He trabajado estrechamente y hemos trabajaba muy bien. Me dijo, ¿por qué no repites?. Me habló del Atelier y me dice: puedes crear este mismo azulejo. Y le dijo: pues la verdad que estaría muy bien, sería un baño completamente diferente y quedó muy bien. La verdad es que estoy estoy muy contenta con ese baño. Ese baño me gusta mucho y le gusta muchísimo a todo el mundo sale, les impacta bastante.
¿y el mural Anastasia?
En cuanto al mural Anastasia, ya había visto esta imagen que es de una ilustradora argentina que me gustan mucho todas sus ilustraciones. Me puse en contacto con ella para hacer este este trabajo, pagamos los derechos para poder reproducirla y a partir de ahí el Atelier estuvo haciendo pruebas. Esto fue bastante sencillo