Desde que Bathco decidiese recuperar su viejo taller de decoración cerámica para convertirlo en un espacio artístico han pasado 6 años que han supuesto un salto cualitativo para la compañía en materia de innovación, creación y apuesta máxima por el talento.
Este taller se ha convertido hoy en día en su mejor declaración de intenciones, la que lo acerca de forma clara al mundo del interiorismo, la arquitectura y el arte.
Los seis artistas visuales que forman el taller vuelcan todo su conocimiento, pasión y sensibilidad artística en cada uno de los proyectos que realizan para los clientes de la compañía. Un espacio creativo en el que las disciplinas se entremezclan: diseño gráfico, pintura, modelado… y permiten poner a disposición de interioristas y arquitectos un talento inigualable.
Para el director de Bathco Atelier, Emeric Minaya, el crecimiento que ha experimentado el taller en estos años ha sido espectacular. Recordamos sus comienzos con él y, le preguntamos sobre el presente y futuro.
¿Cómo recuerdas los comienzos del Atelier?
No fue fácil, y no porque la compañía nos pusiera algún impedimento, al contrario, no había límites. Ese era el gran reto y nuestra mayor responsabilidad.
Recuerdo los comienzos con mucha ilusión pero también mucha incertidumbre…Pasamos meses de pura experimentación, viendo cada una de las posibilidades que podríamos ofrecer al taller y a los clientes de Bathco. No fue fácil, y no porque la compañía nos pusiera algún impedimento, al contrario, no había límites. Ese era el gran el reto y nuestra mayor responsabilidad.
Teníamos todo a nuestra disposición: materiales, libertad para hacer propuestas, producto, maquinaría….pero había que empezar de cero, y proyectar algo serio, real, vinculado al arte y sin perder de vista la perspectiva comercial. El resultado es hoy en un día un espacio creativo único que considero se está convirtiendo en referencia para muchas otras marcas.
¿Cómo definirás el Atelier hoy?
Actualmente el taller se compone de seis personas. Para mis compañeros y para mí es difícil describir el taller. Yo siempre digo en las conversaciones que mantengo con los clientes, que para ver la capacidad del taller y sus posibilidades creativas, hay es visitarlo.
Nada más entrar percibes el olor a pintura, escuchas el sonido del pincel, puedes ver incluso cómo trabajamos manualmente la cerámica para conseguir piezas escultóricas. Y sobre todo, invitamos al cliente a tocar, a percibir las texturas que creamos para los lavabos.
Incluso, la zona de los hornos también es muy particular. Ves las piezas en todo el proceso antes y después del horneado…. Todo ello crea el escenario perfecto que sirve en muchas ocasiones de inspiración para el proyecto de aquel interiorista, arquitecto o propietario que viene al taller.
Y para los que no pueden desplazarse. ¿Cómo trabajáis con estos clientes?
Aunque siempre es recomendable venir, ver y tocar…para poder ver las posibilidades que existen y poner en común las necesidades de cada proyecto. No siempre se puede. La vorágine del día a día y la localización de muchos de nuestros clientes lo hacen imposible en muchas ocasiones. No olvidemos que Bathco tiene una gran presencia dentro del mercado internacional.
Pero justo una de los cambios que la empresa ha introducido este año es la implementación de nueva tecnología que nos ha permitido mantener reuniones y presentaciones on line desde el propio taller y con mucha calidad.
No es lo mismo. No son las mismas sensaciones. Pero sí nos permite abrir una pequeña ventana al taller, donde se puede apreciar parte de nuestro trabajo. La verdad que este año se han convertido en una herramienta fundamental para nosotros y para todo el equipo comercial.
¿Qué actividad desarrolláis actualmente?
Uno de los trabajos diarios es la intervención y revestimiento de lavabos de nuestra última colección. Lavabos pintados a mano uno a uno que simulan materiales, colores y acabados diferentes.
Ahora mismo estamos produciendo 240 lavabos para un cliente de Holanda de los modelos Corten, Micro cemento y Negro mate. Cada pieza es única, intervenida artesanalmente por cada uno de nosotros lo que puede dar una idea de la envergadura de alguno de los pedidos que realizan y del volumen de trabajo.
Pero lo que nos apasiona son los proyectos ad hoc. Cuando tenemos la posibilidad de trabajar codo con codo con los interioristas o arquitectos para desarrollar un trabajo ya sea para una obra o reforma. Nos ponemos todos a trabajar…de forma conjunta. Nos reunimos, planteamos una propuesta gráfica al cliente y luego ya una vez validado, trabajamos en el proceso manual o artesanal.
Ya sea el desarrollo de un gran mural o la realización de un diseño específico para aplicar en un lavabo. Todo lleva un gran trabajo creativo previo. Ahora estamos inmersos en el desarrollo de un showroom para uno de nuestros mayores distribuidores a nivel nacional. Todo un reto.
¿Cuál es el último trabajo que habéis hecho?
El último proyecto que hemos desarrollado es el diseño y producción de unos murales y lavabos totalmente personalizados para un local de ocio LA CONSENTIDA en Santander.
Tuvimos la oportunidad de trabajar directamente con Carmen, la directora creativa del Studio San Fernando, estudio de interiorismo encargado del proyecto. Y enseguida llegamos a la conclusión de que aplicar pintura lumínica en los lavabos y paredes de los baño encajaría a la perfección con el proyecto.
Si miramos al futuro, ¿Qué nos depara el Atelier?
Pues la verdad que estamos en pleno proceso de ampliación. Recientemente se ha habilitado una cabina de pintura más grande. Y justamente ahora desde la dirección de la compañía se está planificando un proyecto de ampliación del Atelier. De forma que nos permita trabajar con mayor amplitud e incluir nuevas tecnologías que nos permitan trabajar en otras posibilidades creativas.
Así que a lo largo del 2022 seguramente el taller sufrirá una importante ampliación aunque sin perder su esencia.