Todos queremos que nuestras casas luzcan como nuevas el mayor tiempo posible y para ello cuidamos nuestros muebles, suelos o electrodomésticos para que sus acabados se mantengan no solo limpios, sino también bonitos.
El cuarto de baño no es una excepción, pero además, en los últimos años ha adquirido un mayor protagonismo a nivel de estilo y decoración, de manera que ya es habitual encontrar lavabos fabricados con materiales que van más allá de la cerámica o la porcelana. Y esta inversión en diseño, requiere ampliar conocimientos para utilizar los productos y útiles de limpieza más adecuados para cada componente. Bien merece la pena un pequeño ‘máster digital en cuidados y mantenimiento’ por un baño capaz de deslumbrar.
Hoy os traemos un recopilatorio de materiales singulares que se utilizan actualmente en la fabricación de lavabos con una serie de consejos y trucos para su cuidado. Pero antes, os dejamos el ABC del cuidado diario, es decir, unos pequeños hábitos de mantenimiento que, seguro, alargarán la vida de tu lavabo.
4 consejos para el cuidado diario
- Utiliza un paño suave, jabón neutro y agua tibia después del aseo para mantener limpia y brillante la cuenca.
- Es recomendable pasar un trapo seco después de utilizar el agua para evitar que queden manchas de cal sobre la superficie.
- Evita verter sobre la poza líquidos de color o dejar agua estancada, es posible que queden marcas.
- No utilices productos de limpieza con ácidos o antioxidantes fuertes, pueden dañar el material del lavabo.
Y ahora sí, recopilamos algunos de esos materiales más especiales, así como algunos trucos para su mantenimiento:
SOLID SURFACE. Ante una mancha persistente sobre este material, utiliza un papel de lija suave para profundizar un poco en la superficie. Para ello, limpia previamente la pieza, humedécela ligeramente y procede al lijado mientras aún esté húmeda.
COMPOSITE. Para el mantenimiento de este material, es perfecto utilizar detergentes naturales o incluso composiciones caseras a base de vinagre o agua con limón.
PIEDRA. Este tipo de cuencas requieren de un tratamiento específico que, normalmente, viene con el propio producto y que debe aplicarse una vez al año. Con ello, se consigue resaltar el color de la piedra y protegerla de la suciedad y el golpeo constante del agua.
MADERA. Para mantener la salud y belleza de la madera instalada en cuencas o muebles hay que evitar productos abrasivos y entender el carácter original de este material.
HIERRO. Para mantener su acabado intacto, es importante rematar el proceso de limpieza secando la cuenca con un paño suave que elimine las marcas de cal.
ACABADOS ARTESANALES. Ante un lavabo intervenido de manera artesanal, lo mejor es utilizar productos naturales y neutros. Además, se recomienda evitar utilizar estas cuencas para verter productos granulados, como por ejemplo restos de cremas exfoliantes.
¿Te queda alguna duda? Puedes escribirnos si quieres saber más sobre algún material concreto. Además, te recomendamos descargar nuestro Manual de Cuidados y Mantenimiento
¡Larga vida a tus lavabos!