Te presentamos una serie de rutinas sostenibles y sencillas aplicaciones tecnológicas que optimizarán tu consumo de agua en el cuarto de baño
Los hogares son uno de los espacios donde más agua se consume. Según datos del XVI Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2020, cada uno de nosotros, gasta una media de 128 litros de agua cada día. O lo que es lo mismo, en lo privado somos poco sostenibles. Y es que todavía hay muchas personas que piensan que su acción individual poco o nada influye en el gigantesco reto que supone el cambio climático.
Pero la filosofía que debemos aplicar es justo la contraria y urge que nos demos cuenta de ello. Aprovechando que este 5 de junio celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente, tomamos las riendas y te invitamos a ser consciente de que cada gota cuenta.
¿Y qué podemos hacer cada uno de nosotros en nuestras casas? Cambiar pequeñas rutinas e incorporar algunas tecnologías para regular los caudales es suficiente para reducir nuestra huella ambiental sin que el confort se vea afectado en lo más mínimo. Y por si contribuir a la preservación del medio ambiente no es suficiente aliciente, no olvidemos que controlar los litros de agua también se refleja en las facturas, por lo que el primer y más inmediato beneficiario, será tu bolsillo.
3 COSTUMBRES CON IMPACTO
Mejor una ducha que un baño. Como norma general, debemos evitar mantener el grifo abierto más tiempo del necesario, por eso es mejor ducharse y cerrar el caño para frotarse las manos o lavarse los dientes. Como consejo final, te recomendamos que, tras apagar el agua, te cerciores de que el grifo no queda goteando.
El inodoro no es un cubo de basura. Coloca una papelera en la estancia para este fin y evita realizar descargas de agua innecesarias.
Recicla el agua que no aprovechas. A veces ocurre que si el grifo está muy alejado del calentador el agua tarda en coger temperatura, lo que se traduce en litros de agua yéndose por el desagüe sin ningún fin. Se calcula que pueden llegar a perderse hasta 10.000 litros por persona al año de esta manera, cuando puede aprovecharse si se recopila para cocinar, fregar, regar, lavar… Solo es cuestión de tener a mano dónde almacenarla.
INVIERTE EN TECNOLOGÍA
Limita la descarga de la cisterna. Existen varias opciones: dispositivos de doble descarga, sistemas interrumpibles o limitadores. Piensa que cada vez que tiras de la cisterna se emplean entre 9 y 12 litros de agua, mientras que con un sistema de doble descarga, reducimos hasta en 4.000 litros esta estadística.
Opta por diseños avanzados. Los nuevos modelos de sanitarios presentan una estructura más eficiente que permite mejores resultados en la limpieza del canal con menos cantidad de agua. El sistema rimless se encuentra a la vanguardia de estos nuevos procesos. Se trata de una tecnología que ha evolucionado la distribución del agua durante la descarga, aplicando una conducción dinámica que reparte el agua de forma más homogénea por el interior de la taza.
Instala perlizadores o economizadores de agua en los grifos. Estos sistemas potencian el chorro aireando el agua, lo que permite ahorrar caudal. En hogares donde el agua tiene mucha cal también son muy beneficiosos ya que evitan que estos sólidos salgan por el caño.
Decántate por grifos monomando. Estos modelos tienen dos grandes ventajas, evitan el goteo de los grifos de rosca y, sobre todo, no es necesario abrir los dos canales para obtener el agua caliente, por lo que se desperdicia menos agua.
Coloca un termostato en la ducha. Las alcachofas y teléfonos de ducha eficientes contienen perlizadores en su interior que mantienen la presión utilizando menos caudal.
Cualquiera de estos consejos te será de utilidad para optimizar tu consumo de agua, pero el más importante de todos es que seas consciente de lo que haces. Cuando vayas a utilizar agua piensa que no durará para siempre y úsalo con responsabilidad.