La arquitectura portuguesa, al igual que la de cualquier otro país, está marcada por la cultura y la historia a lo largo de los siglos, pero existen manifestaciones locales que hacen único un lugar.
En el caso de Portugal se aprecia el manuelismo conocido como la exuberante versión portuguesa del gótico tardío, y el estilo pombalino, una mezcla de barroco tardío y de neoclasicismo que se desarrolló después del Gran Terremoto de Lisboa de 1755.
Se puede decir que el pombalino (1755–1860) es el estilo más característico de la arquitectura portuguesa debido a su sobriedad sin ostentación. Este espíritu de funcionalidad se ha extendido hasta nuestros días y se ha modernizado para adaptarse al interior de las viviendas actuales. Para saber más, hablamos con Carlos Filgueiras, director general de Aquafrigio, distribuidor oficial de Bathco en Portugal.
Filgueiras comenta que “aunque la tradición de colocar azulejos viene de la influencia árabe, es en el siglo XIX cuando se empieza a aplicar de una forma más intensa, por la implantación de fábricas en Lisboa, Aveiro y Oporto. Los azulejos están en las fachadas de los edificios privadas y en las estaciones de ferrocarril y también dentro de los edificios más lujosos y se encuentra como decoración en algunos hall de entrada, paredes de balcones con imágenes de la vida rural”.
En España, la cocina y el baño son las estancias más indicadas para incluir azulejos. En Portugal ocurre lo mismo donde “en los cuartos de baño y las cocinas se ven colores lisos y menos decorativos para facilitar la limpieza y dar una sensación de higiene gracias a la cobertura de azulejo sobre las paredes”.
En cuanto a las tendencias en decoración, Filgueiras comenta que “actualmente se mantienen los cánones clásicos en obras de recuperación y remodelación, respetando los patrones y las medidas antiguas. En edificios nuevos habitualmente se colocan azulejos más grandes resultantes de una evolución de los procesos de fabricación.
El director general de Aquafrigio comenta cuál es la importancia de los sanitarios en un hogar típico portugués. “En el baño principal de la casa se suele instalar inodoro con tanque con salida a suelo, bidets, lavabos y bañera. La tendencia desde hace 20 años es la instalación de inodoro, cada vez se utiliza menos el bidet, se suele instalar el lavabo con mueble y se cambia la bañera por el plato de ducha.
Mientras que en los baños o aseos secundarios suele instalarse inodoro y lavabo como piezas principales apostando por el diseño, el material – piedra o aluminio – e incluso decorados”.
También le preguntamos por otros materiales que se usan en Portugal tradicionalmente, aparte del azulejo. “En la decoración de interiores se utiliza sobre todo la madera. En el siglo XIX las habitaciones más lujosas utilizaban este material para el suelo, así como en los comedores y pasillos donde se forraba la mitad de la paredes de comedores y pasillos. Los techos eran decoradas con maderas nobles importadas de Brasil y África”.